- En la escuela existen diferentes momentos de juego libre…pero ¿Consideras que realmente las niñas y los niños son libres de elegir a qué quieren jugar?
No tienen completa libertad para elegir, porque desde que nacen, la sociedad construye su género. Esto significa que toda la sociedad adiestra a las niñas para que jueguen con muñecas, cocinitas y maquillaje, y adiestra a los niños para que jueguen al fútbol, con coches y construcciones. A través de lo que ven en casa (mamás que cuidan, papás que conducen), de lo que ven en la publicidad (anuncios de niños jugando a explorar y niñas haciendo jabones), en las películas, series de televisión, los libros, internet, sus amistades… por lo que cuando están en el patio de la escuela, no eligen con verdadera libertad. Su género ya está formado.
- Generalmente vemos a los niños jugar con coches, figuras de acción…y las niñas muñecas, cocinitas…¿Crees que es casualidad? ¿Hay rasgos diferenciales desde el nacimiento o es educacional?
Los estudios neurocientíficos y antropológicos nos confirman que no hay un gen en las niñas que las haga más cuidadoras ni otro en los niños que los haga más violentos o arriesgados. De nacimiento, habrá niñas a las que les guste cocinar igual que habrá niños a los que también les guste; y otras niñas o niños a quienes no les interese en absoluto. Pero la socialización va a inclinar la balanza hacia una cosa u otra, y no es una casualidad. El patriarcado es un sistema que necesita a las mujeres dóciles y complacientes, dentro del hogar, ocupándose de las tareas domésticas y de los cuidados. Y quiere que los hombres tengan poder, fuerza, y ocupen los espacios públicos y sociales. Por eso se socializa de forma diferente a los niños y a las niñas. Y los juguetes son el elemento perfecto para reforzar esa socialización, porque en el juego simbólico se juega para proyectar lo que se quiere ser de mayor, las aficiones y las ambiciones.
- ¿Qué es educar en el feminismo y por qué es tan importante?
Educar en el feminismo es educar en igualdad a las niñas y a los niños, sabiendo que no existen cerebros rosas o azules, rompiendo los estereotipos para que nuestras criaturas puedan ser verdaderamente libres y abolir así el género y, por extensión, el patriarcado.
Es importante porque es la vía para eliminar el sistema de dominación que es el patriarcado. Nuestras criaturas pueden educarse para que en el futuro las mujeres sean verdaderamente libres.
- A día de hoy pocas personas se definen como machistas, pero…¿Realmente qué deberíamos plantearnos o reflexionar para saber si somos feministas?
El feminismo es un movimiento que tiene más de 300 años de historia. Así que lo primero que tenemos que hacer es conocerlo, así podremos entender por qué las feministas exigen derechos para las mujeres, cuando ni siquiera las propias mujeres creen necesitarlos. Hace 100 años las mujeres no creían que necesitaran votar, y muchas de ellas estaban en contra de las sufragistas. Hoy sigue ocurriendo lo mismo: las feministas exigimos la abolición de muchos sistemas de explotación de las mujeres, como la prostitución, la pornografía, los vientres de alquiler, el género… que muchas personas no consideran importantes. Por eso el análisis que tenemos que hacer quienes nos consideramos feministas, es el siguiente: si quiero formar parte de un movimiento, tengo que conocerlo en profundidad, y de esta manera, entenderemos que el movimiento feminista lleva siglos exigiendo lo mismo, porque ha analizado en profundidad la opresión de la mujer, y sabe cómo resolverla.
- Feminismo, educación no sexista…parece que sigue siendo cosa de mujeres, ¿Cuál crees que es el mejor camino para que los hombres se sientan parte del cambio?
Convirtiendo sus espacios en espacios feministas: siendo corresponsables en el trabajo de cuidados y en el trabajo doméstico del hogar; evitando el machismo y el sexismo con sus amigos y amigas; dejar de contribuir en la explotación de las mujeres; hacer su espacio de trabajo un lugar igualitario; ser conscientes de cómo ocupan los espacios físicos, verbales, de opinión… los hombres pueden hacer muchas cosas en su entorno para impulsar una sociedad más igualitaria.